La afilada calle de Triana como una katana
con ella ha aparecido el viejo señor Marcial
y las luces asomándose por la mañana
como el viento que precede al fuerte vendaval.
Los grandes barcos que apelan a la vida amena
mantienen el ritmo de todo trabajo por medir
como el gran sonido agudo de aquello que suena
rebota en los oídos de gente juvenil.
En las bonitas y abiertas calles desiertas
la ciudad ya renueva las fábricas con puertas
que al correrse rechinan con estridente son.
Aunque el poema original de Morales consta de 14 versos, el poema gemelo resultó de diez pues ese fue el número de asistentes, para que el terceto no quedase incompleto le añadimos el verso original de Tomás Morales. Como se puede observar ha quedado pendiente la puntuación del poema resultante, pero lo importante es que los creadores quedaron satisfechos y sorprendidos de su labor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario