lunes, 22 de octubre de 2012

IES Casas Nuevas (Telde)

El jueves 18 de octubre de 2012 dos grupos de 4º de ESO del IES Casas Nuevas (Telde) visitó la Casa-Museo Tomás Morales. En primer lugar realizaron el taller temporal "Versos enrollados" y luego recorrieron la casa-museo observando cada objeto, cada cuadro... y escuchando atentamente los comentarios de la educadora del museo. Durante el taller los asistentes se mostraron muy participativos y como tarea final cada uno tuvo que realizar un verso alejandrino que rimase con otro previamente establecido y cuyo tema fuese su infancia. Recogidos todos los versos surgieron los siguientes poemas:


No me gustaba el pelo, intenté cortarlo
en ese único remanso de paz de jazmín 
Reía cuando niña con mis cuentos amados,
me llamó madre y me dijo ven aquí Fermín.

Federica, con su sonrisa por la mañana
soñaba con ver su sonrisa cada festival.
Cantaba en la plaza con su hermana gitana,
que jugaba a la petanca en Santa Ana,
frágil como el diamante, hermosa como un rosal…

La más bonita de las nubes era rosada,
ese otoño la playa era mi tentación,
mi vecina era bienvenida con su llegada
verla cada día me alegraba el corazón.

Porque se parecía a mi tía preferida
me enamoró llevándome al más allá;
me invade un sentimiento de alegría
como el manantial en que me solía bañar.

Quería salir a jugar, pero no podía;
en esa época vivía con mi corazón
porque aún no habíamos terminado la partida.
Me sentía feliz cuando su pelo veía
y para recordarla escucho esta canción.



  
Él corría por la casa, comía por todos lados
y entró María con su dulce olor a jazmín
jugando al parchís y a la oca con los dados contados
mi perro Fito jugaba con un calcetín.

La más guapa de ellas se llamaba Mariana 
jugaba a las muñecas al lado de un mural;
guapa y hermosa, todos la envidiaban. /
Y fui al parque como cada tarde de la rana
mientras jugaba con la muñeca muy sentimental.

Iba hacia mi casa con mi carita sonrosada,
me ponía contenta bailando esa canción.
Yo, de pequeño, creía en las bonitas hadas
y a todos los niños les gustaba un montón.

De entre todas ellas la mejor definida.
Sentí algo especial a través del cristal,
me di cuenta de que mi madre era mi vida
como el manantial en que me solía bañar.

Cuando la noche llegaba, en la calle jugaba;
mariposas en mi tripa y cosquillas en mi corazón.
Cuando era pequeño yo jugaba con lejía,
yo disfrutaba de una infinita alegría,
aquello fue una tentación y creó tensión.

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