SONIDOS DE LA MAÑANA
La ciudad está despierta tranquila y
temprana
una mañana en pleno despertar
invernal
sólo suaves brisas se cuelan por la
ventana
se pueden escuchar las campanas de
la catedral.
En la madrugada la gente está
despierta
ocultaban la primera mañana de abril
y el agudo sonido de la fábrica,
llena
de sutil vida rutinaria y ruido
infantil.
Las calles de Las Palmas están tan
desiertas
suaves brisas acarician las puertas
abiertas
orando a que Panchodona no monte un
marrón.
Se veía ya desde un balcón
acristalado
los ruidos empiezan a surgir de cada
lado
con un canto agudo de un metal sin
corazón.
Como se puede observar ha quedado pendiente la puntuación del poema resultante, pero lo importante es que a los creadores les gustó la experiencia y se sorprendieron de su propio trabajo.
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